Una vez desarrollado el sistema, los investigadores pueden probarlo y verificar su rendimiento (por ejemplo, la tasa de error, la velocidad de autenticación, el consumo de energía, etc.). Para ello, recopilan los datos de los sujetos para simular el uso del sistema.
Dado que la prueba del sistema es una de las actividades clave de la investigación, los sujetos de los datos ya han dado su consentimiento explícito a la prueba, y no se procesan datos personales adicionales, el equipo de investigación concluye que los riesgos para los derechos y libertades de los sujetos de los datos se abordan adecuadamente y proceden a la prueba.