El RGPD se refiere al tratamiento de los datos personales de los interesados. Hay algunas disposiciones que son especialmente relevantes para la privacidad y la gobernanza de datos. Dado que la calidad e integridad de los datos y el acceso a los mismos se analizan en la sección anterior, nos centramos aquí en cuatro conceptos que son extremadamente relevantes para garantizar una adecuada gobernanza de los datos. Estos son: (1) limitación de la finalidad; (2) licitud; (3) minimización de datos; y (4) equidad, un principio amplio que exige proteger los derechos de los interesados.
No tiene sentido hablar de protección de datos si el tratamiento no es lícito, y una finalidad especificada y explícita es un requisito previo para el tratamiento lícito. Sin embargo, aunque el tratamiento sea lícito (es decir, legal y legítimo), sigue siendo imposible aplicar la protección de datos si los fines del tratamiento no están claros. Además, el tratamiento no es lícito si no está relacionado con los fines para los que se recogieron los datos. Por tanto, el principio de limitación de la finalidad está directamente relacionado con la gobernanza de los datos.
Mientras tanto, la minimización de los datos es clave para proteger la privacidad. La mejor manera de garantizar que “los datos recogidos sobre [los interesados] no se utilizarán para discriminarlos ilegal o injustamente”[1] es reducir al mínimo la cantidad y el alcance de los datos personales recogidos. Por último, la aplicación adecuada de los derechos de los interesados, tal como se recoge en el RGPD, es esencial para empoderarlos y reforzar el marco de gobernanza de datos.
- Grupo de expertos de alto nivel sobre IA (2019) Ethics guidelines for trustworthy AI, p.17. Comisión Europea, Bruselas. Disponible en: https://ec.europa.eu/digital-single-market/en/news/ethics-guidelines-trustworthy-ai (consultado el 28 de mayo de 2020).
Ibídem, p. 15 y ss. ↑